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Los militantes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) han empezado a gestarse un futuro en el que se ha acortado la influencia de su líder, Danilo Medina, en la toma de decisiones internas.
A la purga que llegaron a solicitar algunos tras la derrota en las elecciones del 2020 y las posteriores acusaciones formuladas por el Ministerio Público al entorno del expresidente, se ha impuesto una moderada, escalonada y casi imperceptible sustitución de liderazgo.
El primero de los desprendimientos llegó para marzo de 2021 con la elección de Charles Mariotti como secretario general de esa organización.
En unas cerradas votaciones, el danilismo no logró unificar fuerzas y tanto Rubén Bicharra, quien terminó por obtener un 35.66 %, como Andrés Navarro (24.56 %), abrieron las puertas para que se impusiera Mariotti por un escaso margen de 3 % en relación con Bicharra.
Desde entonces el exsenador por Monte Plata ha asumido la posición conectando con la base dispersa del PLD, dividiendo a los miembros del Comité Político en equipos de trabajo y mostrándose accesible a los medios de comunicación cada vez que es requerido.
Sus declaraciones, que llegaron a parecer risueñas, han empezado a sintonizar con las gestas de una oposición cada vez más crítica y que ha sabido aprovechar y magnificar el descontento de los insatisfechos.
Elección de Abel
El segundo golpe a Danilo (si así ha de considerársele), llegó recientemente con el triunfo de Abel Martínez en la consulta ciudadana, que le señaló como el próximo candidato presidencial del PLD. Las lenguas indicaban que el apoyo de Medina se dirigía a la exvicepresidente Margarita Cedeño, quien por años llegó a marcar importantes cifras en las encuestas.
Pero la mayoría en el PLD tenía en mente, en primer lugar, a Martínez, en segundo al exprocurador Francisco Domínguez Brito y en tercer lugar a Cedeño, esto fue reconocido incluso por la misma Margarita en un mensaje enviado a sus seguidores.
Afortunadamente para el sistema de partidos, ninguna trifulca divisionaria sucedió y Abel fue aclamado como candidato del PLD faltando minutos para las once de la noche del día citado en la Casa Nacional del PLD y en presencia de los miembros de su Comité Político.
Allí se vio a un Danilo en funciones de segunda, siendo parte del grupo. Alejandrina Germán, que había dirigido la comisión que organizó la consulta, dio un discurso, hizo lo propio (aunque forzado) Francisco Domíguez Brito y luego, el mismo Danilo le hizo señas a Héctor Olivo para que simplemente cediera la palabra a Martínez.
Los casos locales de los expresidentes Hipólito Mejía (que recuperó su popularidad tras ser derrotado en 2004) de Leonel Fernández que marca en las encuestas tras ser mutilado socialmente en 2012 y la elección de Lula en Brasil tras veinte años fuera del poder y pasar hasta por la cárcel, no son aplicables a la realidad de Danilo.
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