Hace exactamente una semana que el nombre de José Antonio Figuereo, conocido como «Kiko la Quema», resonó a nivel nacional tras ser acusado de diversos delitos por la Policía Nacional, al señalarlo como el líder de una banda criminal en la comunidad Cambita Garabitos, provincia San Cristóbal.
La noticia fue dada a conocer por las autoridades el pasado domingo, 26 de noviembre, tras informar sobre la muerte a tiros de su lugarteniente, identificado como Yunior Rodríguez Rodríguez (a) Pupi el Sicario, quien supuestamente enfrentó a los agentes cuando este se dirigía a llevarle alimentos a Kiko en su escondite.
Entre los involucrados en esta red figura un teniente coronel retirado de la Policía Nacional. Se trata de Elvis de la Rosa de León, de 45 años, quien está a espera de que se le conozca medida de coerción, al igual que otros dos implicados en el caso. La audiencia se llevara a cabo este lunes 4 de diciembre.
Entre los arrestados también está Miguel Ángel Santana (El Güero), quien es hijo de Kiko la Quema y Jonathan Emeterio Lorenzo, quienes guardan prisión en el Departamento Regional de la Policía Nacional de San Cristóbal, conocida como la «Cárcel de la 17».
Pese a que esta información salió a relucir el domingo, tanto los comunitarios como familiares de Kiko la Quema afirmaron que desde hace una semana antes empezaron los operativos y las detenciones «sin ningún cargo» contra muchos en la población.
Además, tras la intensa búsqueda de Kiko, a quien se le acusa de homicidios, robos, secuestros, sicariatos, microtráfico, cobros compulsivos, extorsión, tráfico de armas, invasión de terrenos y lavado de activos, se han desatado en la zona varios tiroteos los cuales han sido calificada como una «guerra».
«Tortura»
Jessica Rodríguez, madre de una de las hijas de Kiko La Quema, expresó que fue detenida por las autoridades policiales sin ningún tipo de cargos en su contra.
Denunció que a las autoridades no les importó que su niña de seis años se encontraba desnuda y entraron de forma atropellante a su casa. Aseguró que fue «torturada» por agentes del orden.
«Me metieron la cabeza en una funda negra», dijo, al relatar cómo las autoridades supuestamente la tomaron del cuello con la intención de parar la respiración para que dijera dónde se esconde Kiko.
Indicó que tiene muchos días que él no se comunica con ella para saber de la niña.
Dispuestos a que lo entreguen muerto
«Que me lo entreguen en una caja que yo lo entierro, para salir de esa guayaba podrida y dejar de estar pasando vergüenza por ese charlatán», expresó Cesarina Figuereo Bautista, hermana Kiko La Quema, quien relató el rato amargo qué pasó tras ser detenida con la intención de ofrecer detalles sobre su pariente.
Sostuvo que como hermana mayor ha trabajado desde los 13 años para ayudar a sus padres a criar a sus hermanos y que todo lo que tiene lo ha hecho a base esfuerzo.
Denunció que la Policía Nacional lleva varios días sacándola de su negocio de comida, incluso con el mandil puesto, provocando que perdiera su mercancía. Apenas este sábado 02 de diciembre pudo reanudar sus ventas.
Asegura que tiene «mucho tiempo» que no habla con su hermano, ya que no tienen comunicación por sus acciones.
«Mi mamá murió sufriendo por él»
«Mi mamá murió sufriendo por él, porque nosotros no escondemos la vagabundería de él, sufriendo por él desde pequeño, y siempre yo decía: ‘yo voy a pagar una funeraria para enterrarlo'», dijo.
Expresó que apoya que el Presidente haya dado la orden de poner un operativo en contra de su hermano, pero no está de acuerdo con que involucren a personas inocentes.
Todo un «benefactor»
Pese a su perfil delictivo mostrado en los informe de la Policía Nacional, Kiko es un hombre querido y lo consideran un «benefactor» en el municipio Cambita Garabitos, comunidad de donde es oriundo y vive gran parte de su familia, la cual dice está alejada de la vida que él lleva.
Al conversar con los comunitarios de Cambita muchos lo describen como un «hombre bueno» que solo ha hecho bien en el lugar. Según expresan, la «seguridad» que se ha mantenido en la zona por años, es debido «al control que él tiene en la comunidad».
A pesar de que José Antonio Figuereo tiene órdenes de arresto desde el año 2016 por su accionar delictivo, andaba a sus anchas en la comunidad sin ningún reparo de las autoridades locales. Algo que no hace sentido ni para su propia familia, quienes cuestionan que ahora tienen «toda una película» detrás de él, sin embargo, por años la Policía Nacional «sabía muy bien dónde conseguirlo».
Según explicó la señora Dolores Rodríguez, quien reside en el barrio Lucinda de Cambita, «Kiko no le niega un plato de comida a nadie y cuando un enfermo ha necesitado alguna receta, sin mirar a quien, se la compra».
«Si uno le dice deme para una receta él se la da, si tiene hambre le da comida. Kiko es un hombre bueno», dijo Dolores, mientras manifestó que no puede hablar ni mal ni bien de lo que se le vincula, pero sí de su accionar en el barrio.
Delitos siendo menor
Aunque es ahora que adquiere relevancia nacional, José Antonio Figuereo es toda una figura delictiva. Uno de los primeros delitos que cometió fue amputarle las manos a tres nacionales haitianos cuando era menor de edad. La información fue confirmada por Santos, hermano de Kiko, quien indicó que el hecho ocurrió cuando él tenía 16 años y que él mismo lo entregó a las autoridades.
De acuerdo a Santos, en ese entonces, su hermano actuó en defensa propia debido a que supuestamente los haitianos estaban buscándolo para matarlo por este no acceder a hacer lo que ellos querían.
«Andaban tres haitianos buscándolo en unas patronales, con machete para matarlo, y los amigos le dijeron que los haitianos lo estaban buscando y él miró dónde estaban los haitianos y buscó un machete y les mochó a cada uno una mano», expresó.
Dijo que por este delito duró unos cuatro años en la cárcel de La Victoria preso, donde cumplió su mayoría de edad.
PN identificó otros involucrados
El domingo la Policía Nacional informó que cayó abatido el supuesto lugarteniente de [Kiko La Quema[. cayó abatido el supuesto lugarteniente de Yunior Rodríguez Rodríguez, alias «Pupi el Sicario», y que se apresó al teniente coronel retirado de la Policía Elvi de la Rosa de León, junto al civil Jonathan Emeterio Lorenzo, por supuestos vínculos con él.
De acuerdo con la uniformada, este grupo criminal del microtráfico de sustancias controladas está compuesto por Carlos Manuel Soriano de León (a) Trepé y/o Culebra, Sandy Rosario Colón (a) El Mono y/o Sandy Pistola, Junior Rodríguez (a) Pupi el sicario, Yesica Rodríguez Upia (a) La Patrona.
Así como también, Lía y/o La Güera, José Miguel (a) El Güero, Deivy, Miguel Eliezer, Carlos, Jonathan, Chino, Starlin, Chuchú, Luis, entre otros.