La capital de Haití sigue inmersa este viernes en la violencia, con una docena de cuerpos esparcidos por las calles, muchos de ellos quemados, en una semana en la que se suceden los enfrentamientos entre la Policía y las bandas armadas y cuando avanza la constitución del consejo presidencial de transición.
Actualmente la zona más afectada de la capital es Petion-ville, en las colinas de Puerto Príncipe, donde en menos de una semana se han encontrado más de 30 cadáveres.
Este viernes se volvieron a repetir allí las escenas de los últimos días, esta vez en el área de Haut-Delmas, donde aparecieron los restos de una docena de personas que, al parecer, acompañaban al jefe de la banda de Delmas 95, conocido como Ti Greg, abatido el jueves en su bastión por la Policía Nacional de Haití y que había huido a principios de mes de la Penitenciaría Nacional.
EFE pudo comprobar cómo los cuerpos -la mayoría carbonizados y algunos apilados- regaban las calles, mientras la vida transcurría con cierta normalidad a su alrededor: los vecinos transitaban al lado de los restos humeantes y los vehículos los esquivaban hasta que llegaban los servicios municipales, los cargaban en camillas y los subían a una ambulancia para, ya en el cementerio, ser enterrados en una fosa común.