No Result
View All Result
Servicios Combinados EC/www.laveganews.net
Al cumplirse el 210 aniversario del natalicio del patricio Juan Pablo Duarte, su figura pareciera no tener la profunda criticidad que le confiere su categoría histórica.
A pesar de ser el dominicano más elogiado y enaltecido por sus conciudadanos, sobre el que acaso más libros se han escrito por ser justamente el fundador de la dominicanidad; poco se ha hablado de otras de las interioridades por las que atravesó el líder de la independencia del 27 de febrero de 1844.
Y es que se resalta de manera casi nula la importancia de Duarte en la masonería dominicana, y de cómo esta fue una especie de herramienta para que trazara su camino a lo largo de su vida, sobre todo en lo que concierne a la fundación del movimiento La Trinitaria y la posterior revolución que se desencadenaría y culminaría con la separación definitiva entre Haití y República Dominicana.
Según el libro: “Biografía de Juan Pablo Duarte”, escrito por el historiador Orlando Inoa, este señala que el primer contacto que tuvo el patricio con los masones ocurrió a partir de 1833. Casi 30 años después de haberse establecido esta organización en lo que en ese entonces era una colonia francesa.
Los masones habían extendido su influencia en el nuevo mundo a mitad del siglo XVIII en lo que sería una especie de primavera de ideas que promovían civismo, libertades e ideas sumamente liberales para la época.
Un entonces joven Duarte quedaría atrapado en esa corriente, lo que forjaría su carácter en el porvenir.
No Result
View All Result