Los libros para muchos comerciantes de barrios populares pasaron de ser una gran oportunidad de hacer dinero sin preocupación, a un desafío. Para muchos de ellos, hoy, las condiciones han cambiado y muchos permanecen en la venta de libros a pesar de ser difícil por los retos de la tecnología. Los jóvenes son la mayor fuente de ventas, pero estos han optado por una alternativa más sencilla para ellos “Los libros digitales”.
“Ningún librero quiere saber de la actual ministra de Cultura, Milagros Germán, porque nos quiere quitar la lectura, nos tiene destruidos porque de cuatro libreros que participaban en la Feria del Libro, ahora solo entran tres y son los de su elección…y son los que no lo necesitan”, manifestó Miguel Liranzo, librero de la Zona Colonial.
A finales de los años ochenta y toda la década de los noventa, el parque Enriquillo era una zona de peligro y tolerancia por la que el transeúnte no cruzaba. Algunas carretillas con libros escolares usados y otros de lectura maltratados por los años se amontonaban en unas pocas carretillas de mala muerte como espacio comercial para personas de escasos recursos que procuraban materiales para sus hijos.
Los propietarios de librerías se quejan porque los jóvenes prefieren la tecnología.LISTIN DIARO/
Para muchos comerciantes permanecer en la venta de libros resulta ser difícil por los retos de la tecnología, los jóvenes son la mayor fuente de ventas, pero estos han optado por una alternativa más sencilla, “los libros digitales”.
Liranzo también es autor de obras como: La noche que apareció el Bacá, El loco de la ciudad colonial y otros relatos y La ciguapa de los haitises y otros relatos. Contó como la ministra de Cultura no fomenta la lectura, solo trata de que desaparezca.
Con tristeza y enojo dice que ha tenido que tomar otras alternativas para salir a flote porque algo tan importante como la lectura no es promovida por el gobierno. Siente que lo han dejado al abandono, ya que estima que el Ministerio de Cultura no invierte en la lectura. “Esto se está cayendo a pedazos y el gobierno no hace nada por nosotros, estamos solos en esto, ahora hasta los tenemos de enemigos”, expresó Liranzo.
Los dueños de esos negocios venden también otras mercancía para subsistir.LISTIN DIARO/
La librería de Miguel Fersobe, ubicada en la avenida Mella, sorprende con su cambio acutal. Pero hace 30 años, solo vendía libros, realizaba intercambios y comercializaba con editoras comerciales. Hoy tiene solo un pequeño espacio dedicado a la lectura.
“Tuvimos que hacer cambios para adaptarnos a la actualidad y no quedarnos en el pasado”, afirmó la encargada de la hoy tienda de variedades.
Librería Moreno no solo recibía y comercializaba libros, sino también los mercadeaba, llamaba a los autores más vendidos y estableció un sistema de comercio muy original. Años atrás era la librería más famosa de toda la avenida México. El paso del tiempo los hizo diversificar hasta convertirse en la gran estantería y papelería que no ha pasado de moda.
De solo intercambiar libros a contar con todo un combo escolar, Carlos José Heredia dice que no dejará los libros a un lado, lo que por muchos años le trajeron la fama de que goza hoy en día.
“No estamos enfocados en un solo público, tenemos que hacer como los árboles que se doblan y luego se levantan, diversificarse”, manifestó Carlos José Heredia, propietario de la librería y papelería “El Moreno”.
La librería Fersobe, ubicada en la avenida Mella.LISTIN DIARO/